El ahorro como complemento del sistema de pensiones

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Un informe publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) demuestra que América Latina está envejeciendo más rápido que otros continentes. Para el año 2050, una de cada cinco personas será mayor a 65 años. No solamente serán más personas retiradas, también vivirán más.

Si sumamos a esta ecuación que la tasa de natalidad está bajando, resulta en una población con la más alta de envejecimiento del planeta. Hoy existen en promedio nueve trabajadores para sostener a un pensionado, en 2050 lo van a mantener solo tres.

Una de las soluciones posibles es aumentar el tamaño de la economía, y uno de los caminos realizar un esfuerzo sostenido en aumentar la presencia de la mujer en el mercado laboral. De acuerdo a un estudio de Mc Kinsey, cerrar la brecha de género en Latinoamérica generaría para 2025 un PBI adicional de 2. 6 trillones. Mayor actividad económica genera mayor capacidad de aporte al sistema de seguridad social, lo cual mejora la ecuación para el sistema de pensiones. La mujer tiene una expectativa de vida más alta que el hombre, pasando en promedio 5 años más en el sistema de pensiones. La educación financiera, especialmente en los sectores de menores recursos, es uno de los desafíos más importantes que deberían tener los gobiernos en relación a la temática de la inclusión femenina y su aporte en la economía de un país.

A nivel privado, el ahorro es otra de las salidas a esta ecuación peligrosa, constituye entre el 70% y el 90% de los países en el mundo, siendo Latinoamérica una región con una tasa muy baja en comparación a otros países, menos del 20% comparado con 35% en regiones de alto crecimiento. Solamente el 16% de los ahorristas lo hacen a través del sistema financiero, comparado con 50% en los países avanzados.

La realidad demuestra que la falta de instrumentos, la inestabilidad cambiaria y el cambio de reglas en la economía no son excusa para hacer un cambio cultural de envergadura.  Educar a nuestros hijos, en la temprana edad, en la cultura del ahorro les dará más armas para lidiar con un sistema difícil de mantener en el largo plazo y convertirlos en artífices de su propio destino sin tener que depender necesariamente del sistema de pensiones poco sustentable en el largo plazo.

Por otro lado, la evidencia en el mundo muestra que históricamente, un aumento en las tasas de ahorro está directamente relacionado con el crecimiento económico, siempre que el incremento vaya acompañado por aumentos en la productividad (léase inversión). No solo se debe ahorrar, se debe además sacarle rentabilidad a ese ahorro. Este retorno genera a su vez un ciclo positivo, ya que, a mayor retorno, mayor incentivo para seguir ahorrando, lo que genera una mayor productividad. Esta mayor productividad lleva también a mayor crecimiento, y una economía con mayor capacidad de sostener, en último caso, a un segmento cada vez más grande de retirados en nuestra región, además obviamente de un respaldo privado al retiro de cada uno de nosotros.