Por Sofia Gancedo | Bricksave
Septiembre 29, 2023
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Durante siglos, ser dueño de tierras y propiedades se ha considerado la mejor manera para acumular riqueza. Citando palabras de Andrew Carnegie: «El noventa por ciento de los millonarios llegan a serlo gracias a la propiedad de bienes inmobiliarios». Incluso hoy en día, la cantidad de capital necesario para financiar la compra y el desarrollo de bienes inmobiliarios indica que es una forma de generar riqueza que en realidad solo estaba disponible para personas con un alto patrimonio neto o para instituciones con mucho dinero, como bancos, fondos de cobertura y firmas de capital privado.
Pero, cuando se trata de poseer bienes inmobiliarios, existen muchas otras barreras de entrada. Por ejemplo, la compra y venta de bienes inmobiliarios puede resultar ineficiente. A diferencia de otras formas de inversión, como las acciones, en las que se pueden comprar y vender cantidades más pequeñas para adaptarse al presupuesto que uno disponga, tradicionalmente no ha sido posible invertir en bienes inmobiliarios sin tener que comprar toda una propiedad. Además, el mercado inmobiliario es notoriamente lento, las transacciones a menudo pueden tardar meses en completarse y no hay transparencia en los precios. La falta de conocimiento significa que muchos inversores inmobiliarios potenciales pueden desanimarse si acaban amarrados a una propiedad que tiene un valor menor al que pagaron por ella.
Sin embargo, gracias a los avances tecnológicos que están llevando al mercado inmobiliario al siglo XXI, el panorama está cambiando. Estas innovaciones están ayudando a democratizar el proceso de compra y venta, haciendo que la inversión inmobiliaria sea más accesible que nunca. En nuestra opinión, el avance tecnológico más significativo para el sector inmobiliario ha sido el auge del financiamiento colectivo (crowfunding).
En pocas palabras, el crowdfunding es una forma de recaudar grandes sumas de capital de un gran número de personas, normalmente a través de plataformas en línea. En lugar de esperar que un inversionista use todo su dinero para comprar un activo, miles de inversionistas unen sus fuerzas para pagar cada uno una fracción de la totalidad del valor del activo, que se compra con sus recursos combinados, lo que significa que todos poseen una parte.
El crowdfunding inmobiliario se está convirtiendo rápidamente en el método de inversión preferido en América Latina y el resto del mundo. Según Custom Market Insights, en 2021, el mercado mundial de crowdfunding del mercado inmobiliario estaba valorado en aproximadamente 10.800 millones de dólares, y se espera que para 2030 crezca hasta la asombrosa cifra de 250.000 millones de dólares.
Las plataformas en línea de crowdfunding inmobiliario han hecho posible que un sector más amplio de inversores participen en transacciones inmobiliarias, incluidos aquellos con capital limitado. Más importante aún, en lugar de verse obligados a invertir únicamente en una propiedad específica debido a la falta de capital, las plataformas de crowdfunding permiten que los inversores posean participaciones en una variedad de propiedades en diferentes ubicaciones. Gracias al crowdfunding, ahora es relativamente fácil poseer una cartera de bienes inmobiliarios bien diversificada, donde el riesgo se distribuye efectivamente entre varias propiedades diferentes y potencialmente en diferentes regiones del mundo.
Como mencionamos anteriormente, tradicionalmente, una de las formas de mantener los bienes inmobiliarios fuera del alcance de la mayoría ha sido a través de la falta de información y transparencia. Agentes inmobiliarios, desarrolladores e inversores institucionales experimentados tenían acceso a datos vitales sobre los valores de las propiedades, las tendencias del mercado y los desarrollos potenciales, información que estaba fuera del alcance de la persona promedio. Este desequilibrio daba una ventaja a los «entendidos», permitiéndoles a tomar decisiones más informadas y aprovechar las mejores oportunidades. Sin embargo, gracias a las plataformas en línea, actualmente, un inversor inmobiliario potencial tiene acceso a información y conocimientos clave sobre diferentes propiedades. Esto incluye datos y análisis inmobiliarios muy detallados, como expectativas de ganancias, riesgos potenciales y otros factores críticos que han nivelado el campo de juego para inversores de todos los niveles, permitiéndoles tomar decisiones de inversión bien informadas.
Esta disponibilidad de información a través de plataformas de crowdfunding en línea también implica que los precios de los inmuebles se han vuelto mucho más justos. En el pasado, el precio de las propiedades era a menudo tremendamente impredecible y todo dependía de las negociaciones entre el comprador y el vendedor. Esto llevaba habitualmente a situaciones en las que dos posibles compradores pagarían cantidades muy diferentes por propiedades similares.
Pero el crowdfunding está ayudando a cambiar esto, al sortear con éxito el campo minado de las negociaciones entre compradores y vendedores. En lugar de dejar que los inversores negocien el precio, las plataformas de crowdfunding tienen un precio establecido para las propiedades, al que se llega tras cuidadosos estudios de mercado, tasaciones y evaluaciones de proyectos. Todos los inversores potenciales tienen acceso a una imagen mucho más clara del valor de la propiedad, los riesgos potenciales y las ganancias esperadas. Gracias a esta transparencia, los inversores de crowdfunding pueden confiar en que el precio establecido para la propiedad es justo, razonable y acorde con las condiciones del mercado.
El sector inmobiliario ya no es un camino hacia la prosperidad reservado solo para unos pocos privilegiados. El crowdfunding inmobiliario permite a múltiples inversores reunir colectivamente sus recursos para invertir en propiedades, «democratizando» el acceso a una clase de activos que tal vez estaría fuera de su alcance financiero individual, o donde los riesgos involucrados al realizar la inversión eclipsarían potencialmente las recompensas.
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El crowdfunding inmobiliario está transformando el panorama de la gestión patrimonial, haciéndolo más accesible, diverso y transparente. En otras palabras, el crowdfunding consiste en dar poder a la gente desde el punto de vista financiero.
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